Locales del Eje Cívico del puerto cierran sus puertas en protesta
Con banderas negras y carteles los comerciantes del centro de Talcahuano piden ayuda y pronto arreglo de calles.
Cuando los comerciantes del Eje Cívico de Talcahuano cerraron sus negocios de las galerías y locales comerciales de las calles Bulnes, San Martín y Aníbal Pinto, en señal de protesta a las dificultades que les han traído las obras en el sector, sólo tuvieron que pedirle disculpas a unos cuantos clientes que andaban dando vueltas ayer al mediodía en el centro chorero, los que incluso, se podían contar con los dedos de una mano.
El desolador escenario que genera la baja afluencia de público en sus negocios, según ellos, tiene directa relación a los arreglos que se realizan en las calles del corazón del puerto. Esta situación les afecta hace 11 meses y sus consecuencias se aprecian en sus presupuestos para la casa, al momento de ordenar sus boletas o al sacar los balances de ganancias al final de cada mes.
"Nos hemos mantenido sólo por la misericordia de Dios. A final de mes hay que pagar arriendo del local, dividendo, proveedores, cuentas del hogar. Se van acumulando deudas y más deudas y con ínfima cantidad de gente que circula por el centro, nuestras ventas han disminuido por lo menos a la mitad. Sólo nos mantenemos. Esto es un nuevo terremoto para nosotros", dijo Ana Patricia Moreno, dueña de la Ferretería Bulnes.
"Nosotros, aparte de que venimos saliendo de las consecuencias de un terremoto, no hemos tenido una ayuda realmente consistente en cuanto a los arreglos del Eje Cívico. Ahora será peor, porque dejaron la obra botada y la nueva empresa constructora que va a reiniciar los trabajos va a tardarse y vamos a estar en lo mismo otros seis, siete u ocho meses más", agregó.
Exigen que alguien les tienda una mano, pero no se sienten escuchados. Por eso los comerciantes de las céntricas calles de Talcahuano, ayer instalaron banderas negras y carteles en el frontis de sus tiendas, cerrando sus puertas por cerca de media hora.
Dicen que sería bueno que el Gobierno les diera un subsidio e incluso a muchos se le ha pasado por la cabeza la idea de declararse en quiebra. La situación ya no da para más y en su desesperación, solicitan que las obras no se reanuden todavía, por lo menos hasta que se acabe la temporada de bonanza que viene de la mano con las fiestas de fin de año.
"Ojalá que si se reinician los trabajos sea después de las fiestas, porque teníamos nuestra fe en que íbamos a repuntar para esas fechas", dijo Norma Millanes, comerciante del Local 29 de la Galería Ruiz Tagle.
La locataria sostiene que no existe el real interés de parte de ninguna autoridad, en que su drama comercial se arregle y sienten que son el último eslabón en un problema donde según ellos, hay involucrado intereses de todo tipo.
"La ayuda para Talcahuano no ha sido esquiva, ha sido mal administrada. Se supone que tenemos un representante ante el gobierno, que es nuestro alcalde, nuestros representantes ante el Parlamento con diputados y senadores que se supone son fiscalizadores de los manejos de dineros, para que las cosas se hagan bien, pero no han logrado ayudarnos a mejorar las condiciones en la que atendemos que es lo único que pedimos", agregó la trabajadora.
Claudio Oñate Miranda, delegado de los comerciantes de la calle San Martín, posee una peluquería dentro de una de las galerías del sector. A su cargo, tiene a tres trabajadores a los que gracias a la organización de sus gastos ha podido mantener con sus pagos al día.
"La gente venía con entusiasmo al puerto. Ahora las calles están todas destruidas y las personas no quieren venir. No hay dónde estacionar vehículos y en cuanto a los trabajos Serviu no se ha hecho cargo realmente, ni hemos tenido ayuda de nuestro alcalde tampoco. Hemos tenido que organizar los gastos y hacer maniobras para no despedir trabajadores porque la ventas han bajado bastante y nosotros como peluquería dependemos mucho del público al paso", explicó.
Los comerciantes cuyos negocios dependen del flujo y tránsito constante de personas dicen ser los más afectados por la tardanza de las obras y eso se hace evidente al momento de entrar a uno de los típicos cafés que se ubican en el perímetro de la plaza.
"La gente en Talcahuano tiene problemas económicos en general, eso hay que dejarlo claro y aún así llegaba mucha familia a los cafés a disfrutar de un completo, de un cortado o una bebida. Éste era un café al que le iba relativamente bien, pero debido al estado de las calles, las familias con niños pequeños o dificultades físicas han dejado de venir, las ventas se han ido al suelo y consecuencia de eso hemos pensado incluso en despedir gente, no lo hemos hecho, pero es una posibilidad", dijo Fernando Parada, administrador del Café Mauro's.
El Serviu es el ente mandante de las obras en el Eje Cívico de Talcahuano. Es por eso que salió al paso del reclamo constante de los comerciantes choreros, por las demoras de los trabajos y aseguró que sí habrá una solución en cuanto al estado de avance de las obras en las cercanías de la Plaza de Armas de Talcahuano.
"Se efectuará una solución entre la nueva constructora, Serviu, municipio y comerciantes, para analizar los frentes que se puedan solucionar, poder dejar terminadas y en condiciones algunas de las aceras. La idea es poder armar una solución en los puntos más urgentes por terminar. En cuanto al tema de los subsidios, eso no tenemos nada que ver, sólo somos de vivienda y eso fue un punto que plantearon en la reunión con el alcalde y que fue negado por él tajantemente. El tema es que han tenido un problema, pero todo progreso a veces va de mano de problemas y nosotros estamos velando porque se solucione lo antes posible", dijo Francisco Merino, director regional de Serviu.
En tanto, el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, también se refirió a las críticas en las acusaciones realizadas por los locatarios en cuanto a la poca ayuda prestada por el municipio en este problema.
"Los estilos de ventas y gestión es un tema que tienen que ver ellos, si hacen ofertas o no y muchas variables de por qué no entra la gente (...), la gente tiene las puertas abiertas para hablar conmigo", dijo. J
l Después de cerrar las puertas de sus locales, el grupo de 200 comerciantes se dirigió hasta calle Blanco Encalada donde recibieron el apoyo de los trabajadores de Asmar que están en paro hace más de dos semanas. Luego de marchar por un corto tramo junto a los funcionarios de los astilleros, el grupo de locatarios se dirigió hasta el frontis de la municipalidad para exigir hablar con el alcalde Gastón Saavedra, reunión que no se concretó.