Morticia penquista las oficia de anfitriona de Halloween en su propia "casa del terror"
Decora su casa, abre la puerta para recibir a los niños que van en busca de sus dulces y se llevan un buen susto.
Halloween es una fiesta que tiene sus orígenes en Estados Unidos, pero ya es una celebración que cada vez está más arraigada en Chile. Es por eso que en cada edición -al estilo criollo- de Noche de Brujas son más las personas que se preocupan de adornar sus casas y buscar el mejor disfraz para sorprender.
Una que se ha tomado en serio esta festividad y se ha preocupado de no dejar nada al azar es la joven penquista, Casandra León de 24 años, la que desde hace seis se luce adornando su casa y produciéndose con las más locas ideas para sorprender a los vecinos de las Lomas San Andrés y por cierto a los más pequeñitos del sector.
La Estrella conversó con ella y conoció algunos de sus más espeluznantes secretos que esconde su loca "casa del terror".
"Hay toda una producción detrás, arriendo una máquina de humo para generar todo un ambiente como el de Carlos Pinto en Mea Culpa. El problema que he tenido es que algunos niños son muy chicos se asustaban y se ponían a llorar al abrir la puerta y pillarse con todo la decoración que teníamos preparada", contó Casandra.
Con inocencia confiesa como si fuera un pecado. "No podía saber que edad tenían los niños, ya que la puerta de mi casa no tenía un ojo para mirar quien venía a golpearme la puerta", añadió.
A pesar de que varios se asustan, es toda una atracción visitar la casa, de hecho año a año llegan cada vez más niñitos a pedir sus dulces, atraídos por la genial producción que organiza su anfitriona.
"El año pasado vinieron algunos, llegaron cerca de 100 niños de sectores como las Lomas San Andrés, Santa Sabina y Barrio Norte hasta mi casa. Seguramente este año llegarán más, ya que este un sector en que todos piden dulces", comentó la joven con humildad.
Casandra no está sola en su alocada idea, ya que se apoya de sus compinches de la Universidad de Concepción, donde estudia Ingeniería Comercial. "Tengo amigos de Ingeniería Civil Mecánica que me ayudan a armar toda la producción, el año pasado fuimos cinco personas. Es probable que este año se sumen más", sostuvo.
Durante varias horas recrean la terrorífica casa para recibir a los que buscan el dulce o travesura. "Desde las 18 horas partimos con los más chicos, me quedó hasta la medianoche esperando si viene alguno. Pero, en realidad entre las 22:30 es raro que pase alguien, como a las 23:30 pasa el último de los niños", agregó.
La joven se mantiene hasta esa hora, ya que no quiere dar una mala imagen. "Me quedo por si acaso, no quiero que digan que en la casa más decorada de las Lomas de San Andrés no les dieron dulces", despachó su anfitriona.
Todo nació con la gran afición que la futura ingeniera comercial tenía por la celebración de la Noche de Brujas, ya que desde su niñez hasta parte de su adolescencia cumplió con el ritual de acudir casa por casa.
"Siempre me ha gustado la celebración de Halloween, cuando chica iba todos los 31 de octubre a pedir dulces, de hecho lo hice hasta que estuve en tercero medio", explicó.
En ese momento tomó una decisión. "Quise empezar a hacer toda una producción en mi casa, ya que la última vez que salí a pedir dulces, fueron muy pocos los que me dieron. Hubo varias casas en las que me dijeron que estaba un poco grandecita para seguir haciéndolo", indicó.
Se toma un respiro y hace un minuto de inflexión. "Fue un momento crucial en mi vida", dijo entre risas.
En los seis años que lleva cumpliendo su tradicional ritual no ha escatimado esfuerzos en calzarse sus mejores pintas para el último día de octubre.
"Fue una idea que surgió al ver a mi hermana vestida con un traje de cirugía, que se puso porque estudiaba medicina", comentó.
En ese minuto se le encendió la ampolleta y con los meses craneó su primera noche oficiando de anfitriona.
"Me dio bastante miedo el verla así, por lo que tras calmarme le dije en ese momento si era posible que me lo prestará para disfrazarme más adelante para Halloween", detalló.
A medida que transcurría los años y cada vez se fueron congregando más niños pensó en un traje mucho más producido y ad hoc a la festividad.
Tras pensarlo bastante y darle varias vueltas, la joven optó por escoger algún personaje típico y un referente de la televisión para los más grandes. "Siempre me han gustado los Locos Addams, por lo que decidí transformarme en Morticia, debido a que es una mujer elegante, habla francés y baila tango", enfatizó Casandra.
"Tiene una mística bastante especial y por ello decidí caracterizarla", añadió.
Antes de optar por el personaje se encargó de construirlo y darle un toque característico. "Me lo mandé hacer a la tienda penquista Planeta Disfraz y si bien no lo fabriqué con mis propias manos, quise darle un sello distintivo", señaló.
"Me preocupé de llevarles fotos de Morticia, le pedí una serie de detalles que tuviera el vestido. En especial unas puntas que están hechas de cuero", agregó.
Le ha tomado cariño a su traje y lo cuida como hueso santo. "Lo tengo desde hace tres años y me preocupo de tenerlo bien cuidado, de hecho la única vez que la utilizo en todo el año, es en la víspera de Halloween y para el mismo día de la fiesta", relató.
No es de lo único que le gusta disfrazarse, sino que también se luce con otros atuendos para otras festividades. Pero, todas están pensadas en agradar siempre a lo más pequeños.
Es así como se viste para la Pascua de Resurrección de conejo para regalar huevitos de chocolate y para el Día del Niño emula ser una muñeca repartiendo dulces para los más chicos. "Mis papás tienen un restorán en el Valle Escondido de Paicaví de Concepción, es ahí donde luzco estos otros disfraces con la finalidad de entretener a los niños que van para esas fechas con sus familias", expresó Casandra.
Pero tiene su preferencia. "Me gusta disfrazarme, pero sin lugar a dudas lo que más me gusta es hacerlo para Halloween, me encanta ser Morticia", resaltó la joven penquista. J