Penquistas bien corajudos se aprontan a cruzar Chile de mar a cordillera a puro pedaleo
Deportistas de la zona y de otras ciudades realizarán la travesía de andar más de 200 kilómetros en bici.
Imagínese que en las primeras horas del día lo único que oyen sus oídos son las olas del mar, y lo principal que inunda su respiración es el aire costero y la brisa marina. Al rato después, el aroma de los pinos, las verdes praderas y una frondosa vegetación, van adornando y acompañando su transitar. Y por la noche, cuando el sol comienza a esconderse, la imponente cordillera de Los Andes se asoma como el gran escenario, en la culminación de un periplo lleno de diversidad y aire puro, como recompensa al largo esfuerzo de pedalear y pedalear durante toda una jornada de extremo a extremo del país.
Vivencias como estas son las que disfrutará en las próximas semanas un grupo de deportistas penquistas, y también provenientes de otras ciudades del país, amantes del pedaleo al aire libre y de la actividad física, quienes tras un año de preparación y entrenamiento darán vida a la travesía de cruzar Chile a puro pedaleo, y en todo lo ancho de su territorio, desde la orilla del mar hasta posarse en la altura del macizo andino.
Es el llamado "Cicloturismo de Mar a Cordillera", iniciativa deportiva organizada por el team Full Runners de Concepción, y que este año cumple su sexta edición a través de las rutas y senderos de la zona.
"La idea es juntar el mar y las aguas de la caleta Lenga, con la altura de la Cordillera de Los Andes, es decir, atravesar Chile a lo ancho en un solo día, desde el mar a la cordillera en bicicleta", expresa Moises Torres, entrenador de Full Runners en Conce, uno de los organizadores de la actividad deportiva-recreativa que se llevará a cabo el próximo 26 de octubre, y quien ya cuenta los días por emprender el recorrido por los diversos parajes existentes en la Región del Bío Bío.
Un viaje lejos del ambiente competitivo, pues aquí no hay vencedores ni vencidos, sino que los ganadores son todos aquellos que se sumen a la travesía y logren llegar a la cima de la montaña.
"La idea es juntar a un grupo de amigos en torno al deporte, en un desafío que tiene la cualidad de no ser una competencia, sino disfrutar del deporte y la naturaleza y compartir", remarca Moises.
"Esto nació casi de casualidad hace algunos años. Recuerdo que en un carrete, Moises junto a un amigo se pusieron de acuerdo para ir a entrenar volumen al día siguiente, una salida larga en bicicleta. Y se pusieron de acuerdo en ir a Quillón. Estando allá dijeron sigamos a Chillán, luego llegaron ahí y dijeron, sigamos a Las Termas, y así se fue dando, de un día para otro. Al año siguiente propusieron hacerlo y ahora es clásico todos los años hacer este circuito de Cicloturismo", cuenta Esteban Marabolí, profesor de Educación Física de profesión y otro de los organizadores de la jornada pedalera.
Pocos deportistas pueden darse el privilegio de pasar en un mismo día, por las diversas geografías presentes en el territorio penquista, y pocos deportes ofrecen esa posibilidad del contacto con la naturaleza.
"Esto se disfruta al máximo. Pues está el encanto de andar todo el día arriba de la bicicleta, el pedalear al aire libre y ponerte el desafío de recorrer este camino. Partes junto al mar, pasas por la planicie y luego a la cordillera", apunta Esteban, dando cuenta de las bondades que ofrecen los senderos regionales a lo largo del trayecto de los casi 220 kilómetros que contempla el recorrido.
Para Moises Torres, en tanto, lo genial de realizar este periplo es la diversidad climática y de ambientes con los cuales se encuentran a su paso. "Lo que más se disfruta es la cantidad de paisajes y condiciones que uno tiene al frente. Por ejemplo, en la mañana tienes la brisa y el aire marino de Lenga, escuchando el ruido del mar; y 8 horas después, tienes un sol increíble, en altura, poca humedad; además vas pasando por todos los relieves que Chile tiene, comenzamos por la zona costera, la Cordillera de la Costa con su vegetación, luego la Depresión Intermedia y de ahí te internas en la Cordillera de Los Andes, lo cual te permite apreciar en su magnitud toda la belleza de la Octava Región", puntualizó.
Un valor agregado que ofrece esta parte del país, pues no en todos lados se dan las condiciones que existen en esta zona para practicar el cicloturismo. "Son pocas las regiones donde se dan las condiciones para realizar este tipo de deporte, son condiciones únicas y le sacamos el mayor provecho. Por eso también viene gente de Santiago, Temuco y de otras ciudades", añadió el coach del team Full Runners en la zona.
El periplo contempla el siguiente recorrido: Lenga hacia Concepción; de Concepción hacia la Ruta Florida a Quillón, de ahí por un camino interno que lleva a Quinchamalí. Desde este sector se toma la única ruta que lleva hasta Chillán, de ahí a Pinto y se sube hasta Las Trancas.
Un circuito y recorrido que contempla todas las precauciones necesarias para los participantes, desde contar con vehículos de apoyo, un bus que acompaña todo el trayecto para quienes se vayan cansando y opten por seguir algunos kilómetros a bordo de la máquina, mecánicos y equipos de asistencia, y hasta el apoyo de carabineros en tramos de mayor circulación de vehículos, en caso que se pueda.
Aquí el concepto de competencia no existe, sino que se combinan los ideales de disfrutar el paisaje, la actividad física, y la camaradería.
"Esto es más un paseo en bicicleta, de gente que le gusta andar en bicicleta, es muy llamativo para la gente que viene de Santiago, por ejemplo. Acá se disfruta todo eso del campo, la vegetación. Si bien hay gente que entrena harto, igual hay gente que llega por primera vez, obviamente hay quienes se van quedando atrás, pero se utiliza el bus que nos acompaña.
"La idea es llevar un ritmo cómodo, que a todos los que van no les resulte dificultoso, hay personas que lo hacen por tramo, por ejemplo recorren un tramo en sus bicicletas, otros kilómetros los recorren en el bus de asistencia, y retoman el pedaleo", aclara Moisés Torres, explicando que no es un recorrido infinito y sin pausas, sino que se va realizando una especie de escala, donde se detienen a hidratarse, comer o descansar, y que culmina con una gran cena de camaradería en la cordillera una vez completado el recorrido.
Una travesía que tiene sus complicaciones, pues son más de 200 kilómetros de distancia recorrida, cuya última estación es la más compleja, el llegar a los casi 2 mil metros de altura en el macizo de Los Andes.
"La última parte es durísima. Hay algunos que llegan, otros que hacen la última parte en vehículo", apunta Esteban Marabolí, añadiendo que la mayoría de los deportistas son personas que entrenan todo el año, y que han hecho del deporte su estilo de vida.
Toda una aventura, cuyas inscripciones aún están abiertas en el sitio de Full runners, o a través del correo concepción@fullrunners.com.
Un desafío para los integrantes de dicha agrupación de deportistas, entidad que nació hace algunos años en la capital para agrupar a los amantes del trote y de salir a correr, pero que hoy en día abarca otras disciplinas como el nado y el ciclismo, esto último justamente lo que originó la iniciativa del Cicloturismo, y que en los senderos del Bío Bío, año a año ya se ha vuelto toda una tradición. J