l Ser un encanto parece un asunto científico. No se debe a una gentileza propia, sino a dos hormonas que habitan esforzadamente nuestro organismo. Hablamos de la oxitocina y de la vasopresina. La oxitocina es la popular hormona del amor y la vasopresina es la cotizada hormona de la amabilidad.

Así lo descubrieron en un estudio que hicieron la Universidad de California y la Universidad de Buffalo. Llegaron a la tesis de que hay genes que predisponen a la bondad. De manera que no se esfuerce más por alcanzar simpatía. Si lo tiene, lo tiene. Si no lo tiene, culpe a sus propios padres. J

l El norteamericano Gerald Rogers da charlas para que la gente mejores como ser humano. Un día él se divorció y empeoró su estado anímico. Entonces, decidió sacar dividendos de sus 16 años de matrimonio y publicó en las redes sociales los 20 mandamientos de un matrimonio feliz. No propone mayores sorpresas, sino que se propone insistir en los puntos de siempre. "No dejes de cortejar a tu mujer", dice el primer consejo. Sugiere trabajar día y noche por el amor. Nunca dejar de elogiar a la señora. Amarse también a sí mismo. Y así, pase lo que pase, perdura la unión. J

Informamos, con total responsabilidad, que usted puede estar en peligro. Por favor, mire bien a su alrededor. Aquellas personas que le están sonriendo quizás no sean buenos seres humanos. Ponga atención: desde el exterior nos comunican que el planeta tiene una sobrepoblación de sádicos.

Lo concluyeron dos universidades prestigiosas. La Universidad de Columbia, en el Reino Unido, y la Universidad de Texas, en Estados Unidos, unieron sus investigaciones y llegaron a una verdad aterradora: en la calle, en cualquier lado, hay un montón de perturbados llevando una vida común.

Los sádicos no son solamente esas personas que aparecen en televisión esquivando a los detectives. Los sádicos no necesitan asesinar para que se descubra su sadismo. A veces estos alterados conviven pacíficamente con nosotros.

El experimento que realizaron estas universidades juntó a un grupo de jóvenes de distinto origen y les planteó una pregunta: ¿Qué prefieren: darse una ducha fría, limpiar los baños o matar insectos con saña?

La mayoría eligió triturar insectos. Y tal cual. Un 27% de los jóvenes optó, de hecho, por meter a los insectos en una trituradora de carne. Un asesinato en masa, un exterminio masivo que, de todas formas, no los alteraba. Los expertos se pusieron en guardia: a juicio de ellos, esos jóvenes tienen una mente sumamente apta para la crueldad. Son sádicos en potencia, o bien sádicos ya formados. Y son mayoría.

La pruena no fue casual: matar insectos revela este tipo de inestabilidades. Un asesino de moscas, por ejemplo, puede tener un perfil fóbico que lo puede trasladar prontamente a un asesino de humanos. Por eso, advertimos, tenga cuidado. Fíjese si su alegre vecino acribilló alguna polilla. Esté atento. Se puede tratar de una cruel mente enferma. J

l xHay tres patologías humanas muy terribles agrupadas en lo que se llama "la triada oscura". Y son: maquiavelismo, psicopatía y el narcisismo. Los que realizaron el estudio sobre el sadismo, aspiran a que en el corto plazo esta anormalidad, tan masiva y secreta, se sume a las tres anteriores. .