La PDI trabaja para resolver cuatro desapariciones en Lebu y Cañete, pero pese a los esfuerzos, éstos han sido infructuosos y de paso se han transformados en intrincados casos policiales.
Uno de los más emblemáticos es la desaparición de Marcelo Reyes Carvajal (49), conductor del Servicio de Salud Arauco, que se extravió el 26 de julio y hasta hoy nada se sabe de su paradero. "Lo último que tenemos de este caso es la versión de un chofer de taxi en Contulmo que asegura haber visto el vehículo en que se desplazaba el señor Reyes. Pero de ahí en adelante no ha habido más pistas ni datos concretos", indicó el subcomisario de la PDI de Lebu, Marcelo Urrea.
Un segundo lebulense desapareció sin dejar rastro alguno el 3 de septiembre. Fue visto en la prolongación de calle Prat vendiendo locos entre las 21.30 y 22 horas. De ahí en adelante todo es una nebulosa. "La falta de cooperación y datos concretos han dificultado la búsqueda de esta persona. Hay un par de diligencias pendientes que podrían arrojar algunas pistas", precisó en este caso el subcomisario Urrea.
En Cañete, por su parte, la historia de dos hermanos de Pulebu es casi similar a lo acontecido en Lebu. Un anciano de 80 años desapareció haca exactamente 8 meses. El 27 de enero compartió unas copas con unos amigos en una vivienda de la localidad de Tres Sauces, tras varias horas se marchó a su hogar, pero nunca llegó. Aquella vez su hermano, de 65 años, lo acompañó, el mismo que el 21 de mayo, luego de asistir a la misma casa y en una situación similar se extravió y nada más se supo de su paradero.
"Hemos efectuado todas las diligencias que están a nuestro alcance y además hemos solicitado la ayuda de peritos psicológicos y perros entrenados para la búsqueda de restos humanos, y nada de eso ha servido para dar con el paradero de los hermanos", apuntó el jefe de la Bicrim de Cañete, Carlos Sanhueza. J