l El cañetino Wellington Ramírez Provoste (32), que sufre de obesidad mórbida y que tras el terremoto perdió su casa, recibió una nueva vivienda para vivir.
"El Willy", como le llaman sus amigos, llegó a pesar 220 kilos y su estado de salud, por ende, se vio muy deteriorado. Sin embargo, hoy con muchos kilos menos su ánimo ha mejorado. "Estoy feliz, porque mi casa se fue abajo con el terremoto y ahora con la ayuda de la municipalidad y un empresario de la ciudad puedo cumplir uno de mis sueños", comentó.
El alcalde de Cañete, Abraham Silva, dijo que "había un compromiso asumido con él y hoy con fondos municipales pudimos concretar esta aspiración. No fue fácil, pero cuando hay voluntad los sueños se pueden hacer posible".
Juan Alfaro, comerciante local, fue el encargado de donar un set de dormitorio. Una cama acondicionada y sus respectivos veladores fueron entregados a esta persona.
Desde hace ya casi un año se ha sometido a un riguroso plan para bajar de peso, aunque no ha llegado a la meta, tiene confianza de lograrlo, ya que de aquello depende una eventual cirugía. J