Además aseguró que antes de que termine la década, Chile saldrá del subdesarrollo.
El presidente Sebastián Piñera pronunció ayer un discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en el contexto de la postulación de Chile al Consejo de Seguridad del organismo. En la instancia, el mandatario dijo que se necesita "una verdadera y profunda reforma del Consejo de Seguridad de esta organización, que contemple, entre otros, la ampliación de sus miembros permanentes y no permanentes, asegurando una debida representación regional". Mladen Yopo, profesor de relaciones internacionales de Universidad de Santiago, explicó que al entrar al Consejo de Seguridad "Chile entra a jugar al club de los grandes, a los que toman las verdaderas decisiones en términos de seguridad" y que "en términos de imagen Chile se fortalece y se lo reconoce como un país idóneo".
El presidente Sebastián Piñera también se refirió a los 40 años del golpe de Estado y declaró: "Nuestra generación no tiene derecho a legar a las generaciones futuras los mismos odios, querellas y divisiones que tanto daño y sufrimiento causaron hace 40 años. El desafío, entonces, no es olvidar lo sucedido, sino superarlo". Sobre eso Yopo opinó que "representa en general el sentido de la democracia y la transición en Chile. Tengo la impresión de que su referencia al golpe y el tema de los derechos humanos de alguna forma refleja los anhelos del país".
La 68° Asamblea General de la ONU fue inaugurada por su secretario general, Ban Ki-moon, quien hizo un llamado a la comunidad internacional en favor de una salida pacífica del conflicto en Siria. "Una victoria militar en Siria es una ilusión, la única respuesta es un acuerdo político", dijo el líder de la ONU.
Por su parte, el presidente norteamericano Barack Obama reafirmó lo dicho por Ban Ki-moon, declarando en su discurso que una acción militar no llevará a una "paz duradera" en Siria. J
l La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, apuntó sus dardos hacia Estados Unidos, dando un encendido discurso en el que calificó el espionaje de dicha nación como "inaceptable". En la instancia Rousseff, pidió a la ONU "reglamentar como corresponde la conducta de los Estados en cuanto a la utilización de estas tecnologías".